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lunes, 9 de noviembre de 2020

Qué es y cómo funciona Starlink, el internet mundial por satélite de Elon Musk


Aunque Elon Musk es más conocido como dueño de Tesla y por querer enviar humanos a Marte, tiene en su haber más proyectos en plena fase de desarrollo y despliegue. Uno de ellos es la creación de Starlink, una constelación de satélites capaces de proveer de conexión e internet en cualquier parte del mundo.


Algo similar a lo que ya se oferta a través de la conexión satelital en algunos teléfonos muy específicos a la vez que caros, pero con la ventaja de un menor coste para el usuario.


Además, el internet satelital actual no tiene unas especificaciones muy avanzadas en lo relativo al ancho de banda y Musk quiere terminar con esto a golpe de lanzamientos espaciales. El último ha sido un paquete de 60 satélites y planea tener más de 40.000.


La constelación ya ha provocado algunos desencuentros con científicos y astrónomos debido a que el brillo de los satélites dificultan la visión del cielo. Y es solo el principio. Cuando el proyecto finalice la constelación estará compuesta por más elementos que todos los objetos lanzados hasta ahora por la humanidad. Elon Musk siempre piensa en grande y sus últimos éxitos no hacen sino reafirmar sus planes.


Los planes de Musk


El proyecto que desarrolló el bueno de Elon en un primer momento nada tiene que ver con lo que es hoy en día. Las primeras informaciones de Starlink datan del 2015 y consistía en lanzar 4.000 satélites en una órbita baja cercana a la superficie de la Tierra. Pero pronto comenzó a pedir ampliaciones del número de satélites a la autoridad competente hasta llegar los casi 42.000.


Para los lanzamientos se está utilizando el cohete reutilizable Falcon 9. Uno de los productos estrella de SpaceX que ha demostrado su valía en varias misiones. El primer pack de 60 satélites fue lanzado en mayo de 2019 y Musk planea disminuir paulatinamente la cadencia a medida que van tomando experiencia.


El mecanismo de despliegue es más sencillo llevarlo a la práctica que de diseñarlo. La Falcon 9 va soltando los satélites uno por uno en el momento, lugar y velocidad exactos eliminando la necesidad de equipar motores en cada uno de ellos para establecerse en la órbita.


La órbita elegida para los satélites de Starlink se ha situado unos 440 kilómetros de altura respecto a la Tierra. Una distancia suficiente como para que pasados unos años la Tierra atraiga al aparato hasta la superficie y no quede vagando por la inmensidad del espacio para la eternidad.


Según el propio Elon Musk, se necesitan alrededor de 400 satélites orbitando para proveer de una conexión a internet de calidad menor y 800 para ofrecer una cobertura confiable de calidad media. Actualmente y a falta de datos oficiales, Starlink tiene 240 satélites en servicio y espera comenzar a ofrecer un servicio comercial este mismo año en Estados Unidos y Canadá.


Cómo funciona


El sistema de Starlink se basa en la propagación de las ondas electromagnéticas por el vacío, donde consiguen una velocidad muy superior a cualquier conexión terrestre por fibra óptica de hoy en día. Concretamente un 47% más rápido, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Florida, que será aprovechado para eliminar una de sus desventajas: el enorme recorrido que tiene que viajar nuestra información.


Aunque el secreto del éxito de la constelación de Musk está en la altura a la que orbitarán sus satélites. Los sistemas de internet satelital actuales se encuentran emplazados en órbitas situadas a 35.000 kilómetros y el retardo es tan grande que la solo sirve para algunas conexiones no muy exigentes, según recoge Space.


Uno de los puntos donde Starlink puede ser fundamental es en las comunicaciones a través de océanos donde la ganancia de velocidad del espacio respecto a la fibra óptica es notable. Aunque la información tenga que viajar hasta un satélite espacial, presumiblemente llegará antes. Exactamente lo mismo ocurriría con las zonas del mundo donde es imposible (o muy costoso) desplegar una infraestructura de fibra óptica tales como grandes cadenas montañosas, desiertos o lugares aislados.


Para conectarnos al internet satelital de Musk simplemente tendremos que contar con la antena Starlink Terminal V1, que será proporcionada por SpaceX y se ajustará de forma automática de acuerdo a la posición de Starlink.


Starlink va por delante


La primera prueba del funcionamiento de Starlink fue pregonada a los 4 vientos por Elon Musk en Twitter. El pasado 22 de octubre el CEO de la compañía publicó el primer tuit utilizando, presumiblemente, el internet que Starlink provee.


Un primer paso que demuestra la firme apuesta de la compañía por su particular constelación de satélites. Algo parecido, pero mucho menos mediático, son los proyectos que Facebook y Google han llevado o están llevando a cabo.


Facebook con su proyecto Aquila pretendía fabricar y utilizar drones en la estratosfera para proveer de conexión a internet a zonas remotas del mundo. Proyecto que fue enviado a la papelera para comenzar a trabajar mano a mano con el fabricante Airbus. Poco más se conoce desde que en 2018 cancelaran sus planes.


La apuesta de Google va encaminada a la utilización de globos para desplegar una red de internet en lugares remotos. Al contrario que Facebook, Google sí ha conseguido explotar comercialmente su proyecto Loon en Kenia. Además, desplegó alguno de sus globos en Puerto Rico tras el huracán María en 2017 que destruyó parte de la infraestructura de conectividad del país.

 


 

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